“El aplauso es para todos nosotros”, dijo el jerarca, al comenzar a hacer uso de la palabra en “esto que no pretende ser un discurso, ni nada complaciente; al contrario, creo que éstos son los momentos del trabajo, de los afectos, de manifestarles lo que pienso, siento y he vivido”.

“En primer término, quiero decirles que nuestra ciudadanía, nuestro pueblo, se merece lo mejor, y para eso estamos todos los días, para trabajar con todos, sin excepciones, más allá de los títulos o los epítetos que se ponen en la prensa y en los medios de comunicación. Eso estigmatiza muchas veces a las personas; pero por algo será; será que estaremos más o menos bien parados, o medianamente bien parados”.

“En segundo término, quiero agradecerles a todos ustedes. El sistema de salud está pasando por un momento histórico, muy importante, y hay que entenderlo como tal; aunque probablemente uno lo vive de una forma muy fuerte, muy consustanciada con el trabajo día a día”.

“A muchos tuve la oportunidad de conocerlos, a otros, lamentablemente por tiempos, no los conocí; pero si conocí, directa o indirectamente, el trabajo que realizan los funcionarios y funcionarias del Ministerio de Salud Pública”.

“El nuevo reciclaje de la Guardería, se debe al trabajo y empeño de mucha gente; y estas cosas hacen a la convivencia. Pero tenemos que apostar a más, a otro edificio que mejore la capacidad y también las condiciones de trabajo de quienes laboran allí; aspecto éste último que se extiende a todos nuestros funcionarios”.

“Le damos importancia a la convivencia y al factor humano. Hemos realizado incursiones con la revista interna, concursos de narrativa y el coro, que hacen a la mejora de nuestras relaciones y de la comunicación. Está encaminado un proyecto de deportes, e implementamos la pausa activa que debe ser repotenciada, ya que su optimización depende de un cambio en la cultura institucional: a todos nos cuesta dejar por unos minutos nuestra actividad cotidiana para hacer unos ejercicios sencillos”.

“Ustedes han visto pasar muchos Ministros. Cuando me ven en la calle, o por los pasillos, muchos me lo han dicho, y también me han dicho que me llevan el corazón; de la misma manera que ustedes están en el mío: y esto es lo más importante de la vida… el resto, se construye”.

“Reciban mi reconocimiento por su esfuerzo y sepan que la gente nos precisa; somos necesarios, pero no imprescindibles. A mis compañeros de trabajo, mis disculpas; uno comete errores, pero no agravios. Uno no resuelve todo lo quisiera, pero se camina…”.

“Venegas el chileno, el uruguayo; mexicano y hasta medio nicaragüense por algunos aspectos de la vida; pero uruguayo y latinoamericano, les dice que precisamos mirar a nuestra gente, a nuestros trabajadores, a los más embromados, y eso es lo que tenemos que construir”.

“Ayer me encontré con un obrero de la construcción en la calle, me saludó dándome ánimo y nos paramos a conversar. Y él me dijo que no sólo tenía la frente amplia, sino alta… y así me voy… pero no me voy… me van a tener por acá… Hasta siempre y muchas gracias”, concluyó el Ministro.

El público no sólo escuchó, sino que aplaudió y esperó para saludar a Venegas con un apretón de manos, un abrazo o un beso, intercambiando palabras con el jerarca, tal como lo hacen diariamente en la puerta, escaleras, ascensores o pasillos de la sede ministerial.