En el Plenario de la 65ª Asamblea Mundial de la Salud, el Ministro Jorge Venegas enfatizó los avances alcanzados por nuestro país en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud, a través de un proceso gradual y secuencial que tiene como objetivo la cobertura universal de toda la población.

La instancia se desarrolló en la ciudad de Ginebra, Suiza, organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y reúne las más altas autoridades sanitarias de los países que la integran.

En esta oportunidad, el epicentro del debate hace a la cobertura universal. En ese contexto, el Ministro Jorge Venegas manifestó ante el Plenario, que “el Informe de la Organización Mundial de la Salud del año 2010, destaca tres dimensiones que deben considerarse en el camino hacia la cobertura universal: la cobertura horizontal o poblacional, la cobertura vertical que incluye las prestaciones o servicios a los que se tiene acceso, y la dimensión de ‘protección financiera’ que implica el acceso equitativo a la atención en salud independientemente de la capacidad de pago”.

En ese sentido, debe considerarse además que “el acceso universal, oportuno y equitativo a la atención en salud, implica también calidades homogéneas, así como eliminar además de las barreras económicas, las culturales y geográficas”.

A su vez, “es importante considerar la atención en salud, no sólo como atención médica, sino que la educación, la promoción y la prevención deben desarrollarse a nivel de la comunidad, con políticas sociales amplias e intersectorialidad, desde una perspectiva de Determinantes sociales y fomentando la participación de usuarios y trabajadores de la salud en el diseño y control de las políticas”, dijo el jerarca.

Atención integral e integrada

En Uruguay, “comenzamos a recorrer este camino con la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud y el Seguro Nacional de Salud en el año 2008. Se trata de construir un nuevo sistema de atención integral e integrada, que enfrenta la hegemonía del modelo asistencialista-curativo, apostando a la complementación de servicios y acciones de salud pública entre prestadores públicos y privados, sociales o sin fines de lucro”.

Nuestro país, “no escapaba a los principales problemas estructurales de los sistemas de salud de América Latina profundizados por las reformas neoliberales de los 90”, expresó Venegas.

Desde la perspectiva de la cobertura horizontal, el titular de la Cartera de Salud enfatizó que “la reforma actuó en dos sentidos:

-Creando el Seguro Nacional de Salud financiado por un fondo único, público y obligatorio, el FONASA, y fortaleciendo el presupuesto público de la Administración de Servicios de Salud del Estado, ASSE, que había pasado a ofrecer una pobre asistencia para pobres. De esta manera el FONASA financia hoy la cobertura del 55% de la población, incluyendo a todos los trabajadores y sus familias y a un creciente número de jubilados. La incorporación gradual de la totalidad de los pasivos al Seguro Nacional de Salud culminará en el año 2012, alcanzando entonces una cobertura poblacional del seguro del 72%.

-Por otra parte, la priorización del gasto público social y en particular en salud en los presupuestos del gobierno, favorece al prestador público ASSE, que hoy brinda atención al 40% de la población y que a partir de su descentralización del MSP en el año 2007, recorre un difícil camino de reconstrucción y fortalecimiento de su capacidad instalada y de gestión”.

En ese contexto, “los cambios en el modelo de financiamiento del sistema de salud provocaron entonces un aumento de la protección financiera de la población, disminuyendo las inequidades, con más recursos públicos y una caída del gasto privado de prepago y de bolsillo”.

Desde la perspectiva de la cobertura vertical, “se aprueba en el año 2008 el PIAS, Programa Integral de Asistencia a la Salud, obligatorio para todos los prestadores integrales, públicos y privados y para toda la población del país independiente de la capacidad de pago”.

Participación de todos los actores del sistema

Asimismo, “el fortalecimiento de la función de rectoría y de conducción de la política sectorial del MSP, implicó también la creación de diversos espacios de diálogo y participación de todos los actores del sistema”.

En particular, “se creó en el año 2008 la Junta Nacional de Salud, JUNASA, organismo desconcentrado del MSP, responsable de la articulación del Sistema Nacional Integrado de Salud y de la Administración del Seguro Nacional de Salud, conformado con representantes de los usuarios, de los trabajadores y prestadores del SNIS”.

La JUNASA “firma contratos de gestión con los prestadores integrales y ordena los pagos de cápitas ajustadas por edad y sexo y los pagos por cumplimiento de metas para la población beneficiaria del SNIS. A su vez, controla el cumplimiento de los contratos, herramienta muy útil en el seguimiento del desempeño de los prestadores de forma de asegurar un acceso real a las prestaciones”, expresó Venegas.

La cobertura y el acceso universal en salud, “son también articulados mediante la participación del MSP en el Gabinete Social y el Consejo Nacional de Políticas Sociales, desde un enfoque de determinantes sociales, así como mediante la creación de Juntas Departamentales de Salud, con participación social en todo el territorio nacional”.

Asimismo, “el diseño e implementación del SNIS ha tenido en cuenta las opiniones y diagnósticos de diversos actores, sindicatos, universidad, usuarios y prestadores, respetando las características históricas y culturales de nuestro sistema de salud y reconociendo sus debilidades y fortalezas, de forma de viabilizar los cambios”.

De esta manera, “se optó por un proceso gradual y secuencial que tiene como imagen objetivo la cobertura universal de toda la población, que avanza en ese sentido, pero en el que aún queda mucho por hacer hacia la cobertura universal”, concluyó.