Leonel Briozzo, quien presidió la Conferencia Regional de América Latina y el Caribe sobre Población y Desarrollo realizada en agosto de 2013 en Montevideo, efectúo una presentación en la apertura del evento, del cual está participando junto a representantes de organismos e instituciones vinculados a la temática en nuestro país.

La agenda del jerarca en Nueva York, comenzó el 3 de abril, participando junto al  Embajador Gonzalo Koncke, Representante Permanente de Uruguay ante las Naciones Unidas, de un evento denominado “Mujeres, Políticas de Drogas y Encarcelamiento en las Américas”.

El viernes 4 de abril, el Viceministro de Salud participó del Debate Interactivo de Alto Nivel, precisamente sobre sobre la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo más allá de 2014. En el mismo, participaron activamente autoridades de las Naciones Unidas y representantes de los países miembros, entre ellos, el Dr. Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo de UNFPA; Fred Sai, Chairman en  la CPD de 1994; y Ms. Viola Onwuliri, Ministra de Relaciones Exteriores de Nigeria.

Durante el transcurso del evento, fueron presentadas las diferentes posturas y líneas de pensamiento acerca del Programa de Acción de las Naciones Unidas post 2015; así como también se plantearon necesidades  y realidades particulares de naciones y regiones. Se analizó el abordaje  de los principales fenómenos relativos a la población y desarrollo, a los derechos humanos, sexuales y reproductivos, crecimiento demográfico e impacto ambiental. Se constató una atmósfera progresista y sobre todo positiva, en donde se repitieron en varios discursos y en muy buenos términos, los temas referidos al empoderamiento de la mujer, la igualdad de género y sus derechos como eje fundamentales para el desarrollo. También se planteó y analizó, la necesidad de erradicar los evitables casos de mortalidad materna, la importancia de la educación y la asistencia en materia de derechos sexuales y reproductivos; la inclusión de los jóvenes para la planificación estratégica y toma de decisiones en cuanto al implemento del Programa de Acción; y asumir las responsabilidades que deben tener los países en consecuencia del crecimiento demográfico y el maltrato medioambiental  generado por la producción irresponsable y el consumo.

Cabe destacar que el Consenso de Montevideo fue citado en reiteradas ocasiones  por varias de las autoridades presentes. Este documento fue presentado como línea de pensamiento y modelo a seguir para el beneficio de los pueblos y la disminución de la desigualdad a nivel global.

Es oportuno acotar, que durante el evento hubo también, firmes cuestionamientos en cuanto al compromiso de los gobiernos por llevar a cabo el Programa de Acción del Cairo 94´y las brechas existentes entre los párrafos del documento y la realidad.

Discurso de Briozzo en la 47ª Sesión de la Comisión de Población y Desarrollo

Leonel Briozzo comenzó su alocución ante la 47ª Sesión de la Comisión de Población y Desarrollo, manifestando que tuvo “el inmenso honor de presidir la Primera Conferencia de Población y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y es desde nuestra región, probablemente la más diversa e inequívocamente la más desigual, representando  aproximadamente, un 10% de la población mundial, que venimos a esta nueva instancia, a presentar las principales características y los acuerdos futuros que construimos el pasado agosto de 2013, que hemos llamado ‘Consenso de Montevideo’”.

Añadió que “el proceso político latinoamericano ha abordado profundas transformaciones político – sociales” (…), siendo  “el desafío principal, luchar contra la pobreza y la desigualdad, para superar la brecha de implementación del programa que estamos construyendo más allá del 2014”.

Luego de “décadas de crecimiento acelerado de la población, actualmente el ritmo de crecimiento se ha enlentecido debido a la transición demográfica, que llevará a que la población crezca sólo 20%  (a 717 millones) hasta el año 2030”.

En este sentido, se considera imprescindible “mejorar la educación en salud y derechos sexuales y reproductivos, y asegurar el acceso a servicios amigables de salud sexual y reproductiva”, aspectos claves “para que la maternidad sea una elección y no una imposición frente a la falta de oportunidades o por la violencia”.

Asimismo, “el desafío es el lograr un envejecimiento digno, feliz y productivo;  y para ello es muy importante integrar más y mejor a estos sectores sociales a la vida económica, cultural y social”.

En referencia a índices de salud, sostuvo que “la mortalidad infantil de la región cayó más del  86% desde 1950 a la actualidad, siendo el promedio actual de 19 defunciones anuales por cada 1000 nacidos vivos. En todos los países se ha observado una reducción del riesgo de muerte antes del primer año de vida, a pesar de las limitaciones impuestas por la inequidad y pobreza, así como las crisis económicas que se hemos enfrentado en décadas recientes”.

Resaltó al respecto, la importancia de “invertir en planes focalizados y universales para el embarazo y la primera infancia, que es invertir en el presente y en el futuro, ya que es el mejor mecanismo de romper con la reproducción trans generacional de las enfermedades y la pobreza”.

Por otra parte, “la muerte materna sigue siendo un grave problema de salud pública y de derechos. Las desigualdades y dificultades asociadas al acceso y uso de servicios de salud reproductiva son notorias, en detrimento de las mujeres pobres y excluidas, aquellas provenientes de áreas rurales, las jóvenes, las que tienen un menor nivel educativo, de las indígenas y las mujeres afro descendientes”.

En ese sentido, subrayó que “la criminalización del aborto debe terminar, ya que lo único que logra es angustia y discriminación, más abortos y más muertes. Sin embargo, si eso aún no ocurre, al menos debería disminuir el riesgo que ocasiona el aborto mediante el compromiso de los equipos y sistemas de salud, mediante el modelo de reducción de riesgo y daños y una atención confidencial y de calidad técnica y humana como lo plantea la plataforma de la ICPD en Cairo en el parágrafo 8.25. Buscar caminos factibles en cada país, en base a las estrategias exitosas, es clave para disminuir la mortalidad materna”.

Por otro lado, “la consideración de la situación social y económica de los jóvenes y adolescentes dentro de las políticas educativas y de empleo, es un asunto crucial de la agenda de población y desarrollo”.

Valoró en este punto, la relevancia de “incrementar el valor del estudio, la preparación y el trabajo. Es vital que los jóvenes vuelvan a enamorarse de las grandes empresas colectivas y que para ello disputen los lugares de participación y decisión con los demás sectores. Apostar a la rebeldía y transgresión creativa y organizada de los jóvenes es la contrapartida de la exigencia de responsabilidad y compromiso que la sociedad espera y necesita de la juventud.  En este contexto, la lucha contra el narcotráfico es una prioridad y el buscar estrategias innovadoras y demostrar su eficacia, una obligación”.

Otro de los aspectos mencionados por Briozzo en su discurso, hace a “la desigualdad étnica, que es una dimensión adicional de la aguda desigualdad regional”; entendiendo que “todos debemos unirnos en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y formas conexas de intolerancia, la que se debe plasmar en políticas de discriminación positiva”.

Los desafíos que conllevan la urbanización también estuvieron presentes en la oratoria del jerarca, teniendo en cuenta que “con un 80% de población viviendo en zonas urbanas, la región es hoy la más urbanizada de las regiones en desarrollo”.

La oportunidad es, “desde la diversidad que esto provoca, generar en base a nuevas estrategias de convivencia y seguridad ciudadanas y mediante planes universales de educación, salud y vivienda, un incremento de la participación ciudadana con más empoderamiento y ejercicio de derechos por parte de todos y todas. Esto incrementará la capacidad de generar cadenas de valor en los productos lo que repercute en un incremento de los ingresos, de la economía de escala y de la integración social”.

Expresó también que “en América Latina y el Caribe, se observan intensos procesos migratorios, vinculados a los procesos económicos y sociales mundiales como la globalización y la crisis. La atención hoy se desplaza gradualmente hacia una diversidad de situaciones migratorias nuevas o agudizadas que deben considerarse en beneficio de los derechos humanos de los migrantes, particularmente en grupos específicos como los niños y niñas, los pueblos indígenas y afro descendientes, los solicitantes de asilo y, en especial, las mujeres”.

El Viceministro de Salud uruguayo, enfatizó que “somos una región que necesita y quiere avanzar. Para hacerlo, hay que avanzar armónicamente en la creación de un marco de respeto y promoción de los derechos humanos, que incluyan los derechos sexuales y los derechos reproductivos, a la vez que se solidifican las bases para un desarrollo social sustentable con equidad y justicia social, paz y libertad, democracia y participación”.

Es así como “la discriminación de género, el no respeto a los derechos sexuales y reproductivos, la violencia contra la mujer y el feminicidio, deben considerarse como una agresión a toda la sociedad y un flagelo a combatir y erradicar”.

Asimismo, “la lucha por los derechos humanos es una obligación intransferible de los Estados. No debemos olvidar que en la base de los DDHH hay valores. Educación laica,  gratuita y obligatoria es la vía más efectiva para introducir valores como la solidaridad y el respeto, la investigación y la crítica y la innovación para crecer en emprendedurismo. Aprender a aprender, aprender a pensar para transformar la realidad, ese es el camino más sustentable para luchar contra la inequidad y los fundamentalismos”.

Indicó que “la prioridad debe ser la de movilizar recursos humanos y materiales para generar condiciones en cada país para la organización y la defensa de los postulados a los que aquí se arribe, de manera creativa y responsable. Revalorar la cooperación sur – sur, confiar en nuestras capacidades, y como afirmó el héroe nacional de mi país, el Gral. José Artigas, saber que ‘Nada podemos esperar sino de nosotros mismos’”.

Briozzo culminó su presentación, expresando que, “como dice nuestro Presidente José Mujica: ‘Hemos aprendido a que dar las batallas por el todo o nada es la mejor forma que nada avance y todo se estanque’.  Por eso la apuesta que tenemos es la  transformación social en base a economías con amplia participación, involucramiento del Estado, poniendo en el centro a las personas, como la esperanza para el futuro. El desafío es construir entre todos y para todos, una nueva utopía, porque hay un mundo mejor para todos y todas”.