La Encuesta Mundial de Salud Estudiantil se realizó en Uruguay en los meses de mayo y junio de este año. Abarcó a un número de 3.500 adolescentes en su mayoría de entre 13 y 15 años pero también mayores de 16 años, que asisten a segundo y tercero de ciclo básico y primero de bachillerato de 50 liceos públicos y privados de todo el país.

La consulta se realizó con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministro de Desarrollo Social (MIDES) y la Junta Nacional de Drogas (JND).

Los resultados preliminares fueron presentados el miércoles 12 de diciembre en el Ministerio de Salud Pública (MSP) por parte de la responsable del Programa Nacional de Salud de Adolescencia y Juventud del MSP, Susana Grumbaum, el director general Yamandú Bermúdez, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, el representante de la OPS, Mario González y la representante del Mides Georgina Gambiotto.

La encuesta se centró en 82 preguntas divididas en diez capítulos referentes a varios aspectos de la salud del adolescente como su estado nutricional y la actividad física, hábitos de alimentación, higiene, consumo de tabaco y sustancias, salud mental, violencia sexual o bullying (hostigamiento en el centro de estudio por parte de sus pares) y expectativa de futuro.

La encuesta mundial de salud estudiantil se realiza en 82 países de los cinco continentes.

Resultados preliminares

Un 7% de la población encuestada padece obesidad y un 26,6% sufre de sobrepeso. Un 30,6 % de los encuestados que tienen sobrepeso y obesidad dijeron no estar haciendo nada en relación a ello, un 28,6 % quiere perder peso (sobre todo las mujeres mayores de 16 años) y un 12% manifestó querer subir de peso.

En relación con los hábitos alimentarios, solo la cuarta parte aseguró que come en forma suficiente frutas y verduras, o sea cinco o más de cinco en un día, mientras que la mitad de los adolescentes mayores de 16 años aseguró que no desayuna.

Casi un 10% manifestó que comió comida rápida una o más de tres veces en la última semana y un 71% dijo que toma refrescos una o más veces al día.

Con respecto a la actividad física la tercera parte manifestó que realiza una hora por día de ejercicio, cifra que es mayor en varones que en mujeres.

En cuanto a los episodios de violencia, el 32,8% sostuvo que son frecuentes las riñas o intimidaciones en los liceos aunque esta cifra es inferior a la última consulta de 2006 cuando se recogió un 43% de respuestas positivas.

En relación con el capítulo de salud mental, un 16,7% del total de los encuestados reconoció haber tenido síntomas depresivos, cifra que es mayor en mujeres. Un 10,1% pensó en quitarse la vida al menos una vez en el último año, guarismo que es mayor en mujeres mayores de 16 años.

Finalmente, sobre las expectativas de futuro, un 66% siente que probablemente terminará la secundaria y más de la tercera parte quieren ir a la universidad y trabajar al mismo tiempo.

Políticas públicas

Según Susana Grumbaum, algunos resultados, como las cifras sobre depresión, tristeza y el deseo de no vivir más son preocupantes. “Justamente desde el MSP se está abordando este tema a través de las prestaciones de salud mental con las que se está detectando a tiempo situaciones de vulnerabilidad y el intento de autoeliminación para evitarlo”.

“Desde el MSP estamos impulsando y fortaleciendo el control de salud de los adolescentes. Hay una norma que obliga a que todas las instituciones educativas a pedir para la inscripción el carné de salud adolescente; ese carné se da tras una entrevista profunda durante la que se explora cómo se siente ese adolescente, cómo está creciendo, cómo le va con su familia, con la comida, con el estudio, etc. Esa entrevista es una vez por año y queremos que todas las instituciones de salud la realicen”, puntualizó.

Por su parte, el secretario general de la JND, Julio Calzada, sostuvo que para tomar decisiones en materia de políticas públicas es necesaria información confiable, por lo cual valoró como muy importantes los resultados de la encuesta.

En tal sentido, Calzada manifestó que para diseñar políticas hacia niños y adolescentes es necesario ver sus percepciones y cómo ven el mundo. “Este tipo de consultas son muy positivas para incorporar a las políticas educativas, sanitarias y sociales la perspectiva que ellos tienen de la sociedad y el mundo en el que están viviendo”, concluyó.