Cuando se tenga conocimiento del arribo de tripulantes o pasajeros que no presenten síntomas del virus, pero que pueden estar en una fase de incubación, se desencadenará un protocolo de identificación, vigilancia y seguimiento de las personas, posterior al ingreso al país. En el caso de los individuos que presenten síntomas característicos del virus se le brindará asistencia específica.

Según explicó la directora general de la Salud, Marlene Sica, Uruguay está enmarcado desde el 2005 en el Reglamento Sanitario Internacional que tiene como principio básico la libre circulación de las personas en los países; razón por la que no se puede evitar o prohibir el ingreso de los pasajeros provenientes de las zonas afectadas por el virus.

Explicó además, que en el caso de Uruguay no están restringidos los viajes ni el comercio internacional y que el Estado tiene la obligación de proporcionar información a los pasajeros de las zonas afectadas por Ébola y sobre los riegos a los que se enfrentan.

Este plan establece las recomendaciones a seguir en los diagnósticos de laboratorio para el caso de afección del virus porque al tratarse de una infección altamente contagiosa, el personal de salud es uno de los segmentos más expuestos. 

 

El virus

El inicio de este brote de Ébola se produjo en el continente africano a fines de 2013. Si bien ya se habían identificado afecciones por Ébola anteriormente, en particular esta epidemia ha variado por estar presentes en zonas urbanas con un alto movimiento transfronterizo. 

No obstante, según explicó el consultor de la Organización Panamericana de la Salud, Roberto Salvatella, se trata de un virus que no tiene una enorme difusión, actualmente hay unos 1.400 casos en cuatro países de África occidental, pero que tiene una tasa de letalidad del 90 %.

Su transmisión se produce de persona a persona por contacto directo y a través de las membranas mucosas, órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas o de forma indirecta por materiales contaminados por dichos líquidos.

Son factibles de contagio aquellas personas que hayan dormido en la misma casa que la persona afectada por Ébola, que hayan tenido contacto físico directo con el paciente vivo o muerto durante la enfermedad, con sangre o fluidos corporales, por el contacto con la vestimenta o en el caso de los bebes por haber sido amamantados.

La enfermedad no se transmite durante la incubación que va de dos a 21 días y no se ha demostrado su trasmisión a través de aire, aerosoles, agua, alimentos o insectos.

Hasta el momento no se ha identificado ningún tratamiento específico que haya demostrado eficacia para combatir el virus. Los enfermos graves requieren atención en cuidados intensivos, con aislamiento estricto.